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Aucallama: Hallan restos de templo ceremonial con más de 3,000 años de antigüedad en el C.P. Miraflores

Un grupo de investigadores liderados por el arqueólogo Pieter van Dalen Luna, encontró restos de arquitectura de un templo en “U” del periodo Formativo Andino (1500 – 500 a.C.), que tendría más de 3000 años de antigüedad.

Sepultado por toneladas de piedras del tipo de cantos rodados (circulares), el denominado templo en “U” de Miraflores, descubierto por el equipo de arqueólogos, está situado en la margen izquierda del valle bajo del río Chancay, en el distrito de Aucallama, provincia de Huaral, región Lima.

Según el doctor Van Dalen, este tipo de edificaciones fueron sitios ceremoniales con disposición en “U”, conformados por una estructura piramidal central y dos edificaciones alargadas, en algunos casos articuladas con la edificación central.

En el caso del templo de Miraflores, precisó el experto, formaría parte de la tradición cultural de los templos en “U”, que se desarrollaron en el periodo Formativo Andino, en la costa central peruana, entre el valle de Huaura, por el norte, y el valle de Mala, por el sur.

Añadió que luego del abandono del sitio, este fue cubierto con piedras y muchos de sus recintos fueron destruidos, siendo ocupado por la cultura Chancay (1000-1470 d.C.), cuyos habitantes lo utilizaron como áreas de enterramiento ocasional y las tumbas las elaboraron con las mismas piedras (cantos rodados) dejadas en la zona.

MIRAFLORES ES UNO DE LOS TEMPLOS CEREMONIALES MÁS GRANDES DE LA COSTA CENTRAL

Van Dalen explicó que el sitio arqueológico Miraflores es un templo o centro ceremonial que es característico del periodo Formativo, donde residía la clase sacerdotal y que recibía a mucha población que acudía a rendir culto a las divinidades de entonces.

El templo de Miraflores tiene el mismo diseño de otros templos del periodo Formativo en la Costa central como Garagay (San Martín de Porres), Huacoy (valle del río Chillón), La Florida (Rímac), Cardal (Lurín), Mina Pérdida (Pachacámac), San Jacinto (Huando), Las Salinas (Pasamayo), entre otros. El área de distribución de estos recintos va desde Huaura por el norte hasta Mala por el sur, refirió.

Indicó que algunos de estos centros ceremoniales continuaron desarrollándose, incluso en paralelo con la cultura Chavín, considerada por Julio C. Tello como la matriz de las culturas del antiguo Perú.

“Se trata de templos que fueron construidos por la población local, donde se organizaba el sistema de culto y llevaban el excedente productivo a fin de sostener a la clase sacerdotal dirigencial”, anotó.

La organización de la población local posiblemente haya sido a nivel de ayllus y una cantidad de ayllus al parecer tenía su templo en forma de “U”, lo cual aún no se ha definido muy bien, aseveró Van Dalen, al destacar que Miraflores y San Jacinto son los templos en forma de “U” más grandes de la Costa central, incluso de mayor dimensión que Garagay.


“Se piensa que Miraflores pudo albergar durante las celebraciones religiosas a miles de personas que llegaban de todos los rincones del valle para participar en estas actividades que se realizaban en el interior, sobre todo en la plaza que se encuentra en medio de los montículos”, estimó.

Ocupación posterior

El arqueólogo precisó que el sitio de Miraflores tuvo ocupaciones posteriores en periodos prehispánicos tardíos, como la protagonizada por la cultura Chancay (1,200 y 1,470 d. C.). En ese sentido, dijo que, en las próximas semanas, conforme avancen las excavaciones, se tendrá material que permita establecer características de la cerámica, secuencias culturales y otros aspectos.

Centro ceremonial

Van Dalen explicó que el sitio arqueológico Miraflores es un templo o centro ceremonial que es característico del periodo Formativo, donde residía la clase sacerdotal y que recibía a mucha población que acudía a rendir culto a las divinidades de entonces.

El templo de Miraflores tiene el mismo diseño de otros templos del periodo Formativo en la Costa central como Garagay (San Martín de Porres), Huacoy (valle del río Chillón), La Florida (Rímac), Cardal (Lurín), Mina Pérdida (Pachacámac), San Jacinto (Huando), Las Salinas (Pasamayo), entre otros. El área de distribución de estos recintos va desde Huaura por el norte hasta Mala por el sur, refirió.

Indicó que algunos de estos centros ceremoniales continuaron desarrollándose, incluso en paralelo con la cultura Chavín, considerada por Julio C. Tello como la matriz de las culturas del antiguo Perú.

“Se trata de templos que fueron construidos por la población local, donde se organizaba el sistema de culto y llevaban el excedente productivo a fin de sostener a la clase sacerdotal dirigencial”, anotó.

La organización de la población local posiblemente haya sido a nivel de ayllus y una cantidad de ayllus al parecer tenía su templo en forma de “U”, lo cual aún no se ha definido muy bien, aseveró Van Dalen, al destacar que Miraflores y San Jacinto son los templos en forma de “U” más grandes de la Costa central, incluso de mayor dimensión que Garagay.

“Se piensa que Miraflores pudo albergar durante las celebraciones religiosas a miles de personas que llegaban de todos los rincones del valle para participar en estas actividades que se realizaban en el interior, sobre todo en la plaza que se encuentra en medio de los montículos”, estimó.

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Ocupación posterior

El arqueólogo precisó que el sitio de Miraflores tuvo ocupaciones posteriores en periodos prehispánicos tardíos, como la protagonizada por la cultura Chancay (1,200 y 1,470 d. C.). En ese sentido, dijo que, en las próximas semanas, conforme avancen las excavaciones, se tendrá material que permita establecer características de la cerámica, secuencias culturales y otros aspectos.

Investigación pionera

Van Dalen refirió que la investigación que vienen desarrollando en Miraflores es pionera y se produjo luego de realizar en los últimos años prospecciones arqueológicas que llevaron a identificar el sitio y, a partir de allí, se hicieron los trabajos de planimetría, elaboración de los informes preliminares y se determinó que se trataba de un templo en “U” por sus características y que no había sido trabajado a partir de la revisión de los antecedentes.

Fuente: Andina

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