Una madre de familia denunció que el día 16 de noviembre, alrededor del mediodía, su pequeño de 13 años de edad, que cursa el segundo grado de secundaria en la institución educativa Inka Gakuen, fue cogoteado por uno de sus compañeros, hasta dejarlo inconsciente, llegando a tener convulsiones por las que se golpeó la cabeza.
La madre indicó que su hijo se encuentra con tratamiento médico (por el traumatismo sufrido), y psicológico, por lo que no asiste al colegio. Dijo
“Ni los profesores dan importancia a esto, pues lo toman como un juego. Me indigna ver que mi hijo sufre y a nadie en la institución educativa parece importarle”, expresó. Tampoco en la policía aceptaron la denuncia y le pidieron que desista.
A pesar de haber comunicado el hecho a las autoridades educativas, nadie le hace justicia y al parecer sería porque el colegio tiene influencias.
También señaló que la supuesta psicóloga de la institución, Dora Quesquén, que recién ha aparecido, justifica la actitud del agresor y que más bien debería ser investigado para evitar que se convierta en un futuro peligro para la sociedad, porque no respeta la vida.
Manifestó que ha presentado la denuncia en la Ugel 10 de Huaral, y que tampoco hacen nada hasta ahora.
