Jason Shepherd , profesor asociado de neurobiología en la Universidad de Utah, y Talia Lerner, profesora asistente de neurociencia en la Universidad Northwestern, complementaron información respecto a consejos para mantener el cerebro en óptimas condiciones.
Cumplir un buen horario de sueño es esencial para la salud cerebral. Dormir entre seis a ocho horas cada noche ayuda al cerebro a procesar información, elaborar recuerdos y eliminar proteínas tóxicas, asociadas al Alzheimer.
La actividad física diaria aumenta el flujo sanguíneo al cerebro y fortalece el corazón. Si bien la recomendación oficial es de 150 minutos semanales de ejercicio moderado, cualquier actividad que haga que el cuerpo se mueva es buena para la salud.
Una alimentación equilibrada y ejercicio regular, pueden ayudarte a reducir los ataques cardíacos.
Construir conexiones sociales sólidas puede reducir el riesgo de padecer depresión y ansiedad, así como también ayuda a las personas a sobrellevar mejor las dificultades. Compartir momentos con amigos reduce el estrés y mejora la confianza en uno mismo.
Explorar cosas nuevas, exponernos a desafíos, lugares y personas que no conocemos, estimula la plasticidad cerebral. Los especialistas refieren que experimentar y conocer las costumbres de otras culturas e incursionar en nuevos hobbies son maneras de ejercitar la mente.
Por último, la ingestión de una dieta saludable. El consumo de comida rápida y no nutritiva está relacionada con el deterioro cognitivo y un mayor riesgo de demencia. Para mantener el cerebro y cuerpo en buen estado de salud, los investigadores recomiendan limitar los alimentos procesados y comer una dieta variada en frutas, verduras, carnes magras y granos integrales.