Este martes 15 de agosto, se realizó el Simulacro Nacional Multipeligro, programado para las 3 de la tarde, con motivo de cumplirse 16 años del fatídico terremoto que asoló la ciudad de Pisco en el año 2007, de 7.9 grados de magnitud y que afectó principalmente a la región Ica, dejando como consecuencia 595 fallecidos, 2 291 heridos, 76,000 viviendas entre destruidas e inhabitables y 431,000 personas afectadas.
El simulacro se programó con el fin de fortalecer las capacidades de preparación y respuesta, de manera eficiente y oportuna de la población, ante la eventualidad de peligros de origen natural o inducidos por la acción humana.
Huaralenlinea estuvo presente en el evento desarrollado en el Parque Libertad, circundado por varias instituciones educativas, cuyos alumnos, mayormente del nivel primaria, tuvieron un rol protagónico, demostrando su preparación para el caso de un sismo de gran magnitud. Incluso el hospital San Juan Bautista, instaló una carpa para “la atención de los casos de urgencia”.
El Sistema Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres (SINAGERD), recordó a la población que hay que identificar los posibles peligros a que están expuestos en su localidad, a organizarse incluso con un plan familiar de emergencia y a identificar las rutas de evacuación y las zonas seguras externas, así como los puntos de reunión más cercanos a su vivienda, centro de estudios o de trabajo.
El terremoto del 2007 fue muy doloroso para las ciudades de Pisco, Cañete, Ica y Chincha. Los principales servicios básicos colapsaron, no había agua potable, luz, internet, ni red telefónica. Como efecto del devastador sismo se produjo un maremoto que inundó algunos poblados y balnearios costeros, además de daños considerables en la infraestructura de miles de viviendas, edificios, etc.
Los peruanos se pusieron de pie y varios países hermanos extendieron su generosidad enviando ayuda médica, víveres, medicina y especialistas en rescate. Elevaron sus oficinas de cooperación internacional al más alto estado de alerta, para dirigir sus esfuerzos de ayuda hacia la región Ica, demostrando un gran símbolo de hermandad.
En todas las regiones del Perú se evidenciaron las muestras de solidaridad, principalmente en Lima, de donde empezaron a fluir hacia el sur, caravanas de ayuda con víveres no perecibles, ropa, colchones, frazadas, agua, etc., con participación de diversas instituciones, iglesias, medios de comunicación, empresas privadas, oenegés y la sociedad civil. Los voluntarios tampoco faltaron. Personas que dejaron sus trabajos para asistir al hermano herido, que viajaron con sus propios medios llevando ayuda y demostraron que se puede ser solidario con poco, en una verdadera muestra de amor al prójimo.
