Este 8 de junio, la Corte Superior de Justicia del Callao condenó a cadena perpetua a Manuel Ricardo Giraldo Ocampo (87) luego de que fuera hallado culpable de haber cometido delitos contra la libertad sexual en la modalidad de tocamientos, actos de connotación sexual o actos libidinosos en agravio de menores, así como de violación sexual contra una menor de edad.
Dicho dictamen se da después de que el Ministerio Público del Callao demostrara la responsabilidad de Giraldo Ocampo en las imputaciones dadas en su contra.
En este sentido y en consideración del requerimiento del Cuarto Despacho de la Primera Fiscalía Provincial Corporativa Especializada de Violencia contra la Mujer y los Integrantes del Grupo Familiar del Callao, el Poder Judicial decidió adelantar el fallo contra el acusado y sentenciarlo a prisión vitalicia.
Según determinaron las pesquisas por parte de la autoridad judicial, las acciones del hombre de tercera edad causaron un grave daño contra la menor, quien —según se constató— sufre afectaciones de tipo psicológico, cognitivo y conductual, además de consecuencias negativas en la autoestima y el desarrollo psicosexual de la agraviada.
En tanto, la sentencia dictaminó que Giraldo Ocampo deberá pagar 4.000 soles como parte del concepto de reparación civil establecido en favor de la víctima.
¿POR QUÉ SE LE APLICÓ LA PENA MÁXIMA?
La investigación llevada a cabo por parte del Ministerio Público estableció que los actos lascivos contra la menor se dieron consecutivamente durante el 2020 cuando la agraviada, de ese entonces 13 años, acudía a visitar a su prima, quien residía en la misma casa que el agresor.
De acuerdo a las declaraciones de la menor obtenidas a través de entrevista única por cámara Gesell, Manuel Ricardo Giraldo Ocampo se valía de amenazas para acosar y agredir sexualmente a la menor.
Este caso fue denunciado por la madre el 21 de enero de 2021, cuando la mujer descubrió por medio de la revelación de una de las amigas de la menor lo que venía sucediendo.
En este sentido, los testimonios, junto con las pruebas de rigor, fueron contundentes para que se pudiera construir el caso penal, esclarecer las circunstancias del mismo y posteriormente determinar la culpabilidad de este adulto mayor.