Un ejemplo de peruana luchadora y trabajadora, que tiene que madrugar en los paraderos para vender productos traídos de su pueblo en los mercados; es la mujer andina.
Esta mujer como tantas otras que vemos en los cruces de Chancay y Huacho, tienen que dormir en la intemperie soportando el frió, con el solo propósito de vender sus productos, desde temprano y así poder ganar los centavos para poder alimentar a sus seres queridos en el hogar.