Preocupada y al borde del llanto, Marcelina Rayo Torres contó que el último jueves su hijo de 14 años, quien cursa el tercer año de secundaria en la institución Julio C. Tello, en la provincia de Huaura, llegó a casa con evidentes signos de haber sufrido golpes. Pese a que inicialmente lo negó, al cabo de unas horas confesó a sus padres lo ocurrido en su colegio.
Tres de sus compañeros lo habían encerrado en un salón, lo golpearon y le dijeron que no los acuse o le iría peor.
“Si yo hablo o me quejo de esto, me van a matar”, le dijo a su madre el asustado menor.
Marcelina Rayo denunció que otros menores habían sido golpeados por los mismos agresores, y a pesar de ello en el colegio no hicieron absolutamente nada por atender estos casos.
Una denuncia similar se registró en el colegio mixto Nicolás de Piérola, en el distrito de El Agustino. Ahí, la madre de una escolar de 14 años denunció la falta de capacidad de las autoridades educativas para corregir y dar solución a severos casos de bullying desde el 2018.
La joven madre, quien evitó dar su nombre, señaló que la falta de atención ha generado inestabilidad emocional e inseguridad a su hija en el colegio, al punto de negarse a retomar sus estudios por temor.
CONTRATARÁ PSICÓLOGOS
Al respecto, la directora Regional de Educación de Lima, Killa Miranda, señaló que contratarán más psicólogos, trabajadores sociales y docentes para “atender a escuelas que, como esta, necesitan ayuda”.
“Sabemos que son varios casos y debemos tomar las medidas de corrección, pero también de atención. En primer lugar, hablar con los padres y estudiantes. Vamos a tener un equipo de psicólogos y trabajadores sociales que se van a establecer en la escuela y van a tomar medidas de protección, atención y cuidado de los estudiantes”, precisó Miranda.
Fuente: La República
