Tras la tragedia, donde fallecieron padre e hijo, Ángel Reynoso Quito (71) y Ángelo Quiñones Reynoso (34), respectivamente, el pasado 10 de mayo, cuando disfrutaban de un paseo familiar en el Club Campestre “Casa Blanca” en Canta, el Indecopi inició una investigación para determinar si dicho proveedor infringió la normativa sobre protección al consumidor.
Según información preliminar, ambos hombres murieron ahogados cuando intentaban a rescatar a dos menores -hijas de Ángelo Quiñones- quienes cayeron a la piscina del establecimiento. Sofía, esposa y nuera de las víctimas mortales, denunció que ni su pareja ni su suegro fueron socorridos ni asistidos por el personal del establecimiento.
“Mi esposo corrió a socorrerlas sin saber que la profundidad estaba honda y no podía pararse. Ha rescatado a mi hijita mayor, mientras que la menor estaba tragando agua. No sé en qué momento mi suegro (el otro fallecido) también entró”, contó a Latina, Sofía.
Esta situación -de acuerdo a Indecopi- podría considerarse una presunta infracción al deber general de seguridad y una falta al deber de idoneidad, ambos contemplados en el Código de Protección y Defensa del Consumidor.
En ese contexto, la institución realizó el requerimiento de toda la información necesaria al proveedor. Los resultados de la investigación serán remitidos -posteriormente- a la Secretaría Técnica de la Comisión de Protección al Consumidor (sede Lima Norte), la que evaluará el inicio de un procedimiento administrativo sancionador.
De confirmarse responsabilidad, el proveedor del establecimiento podría recibir una multa de hasta 450 UIT, es decir más de 2 millones de soles (S/2′070,000).