El Zoológico de Luján, en Argentina, atrae cada año a miles de turistas que quieren acariciar a tigres, leones, osos… Pero organizaciones de defensa de los animales denuncian maltrato y un grave riesgo para la seguridad del visitantes.
Según los creadores de este recinto privado, a una hora de viaje de Buenos Aires, han desarrollado un sistema de adiestramiento que vuelve domésticos a los animales salvajes informa la BBC.
Fieras y perros conviven desde cachorros, compartiendo jaulas, comida y juegos. Los cuidadores les crían como si fueran una mascota más, les pasean y les educan para reprimir los instintos salvajes.
Hasta duermen con ellos para que se familiaricen con el humano y les mantienen constantemente alimentados para que no sientan la necesidad de cazar.
Pero no faltan las críticas. Unas 40 mil personas han firmado en una reciente petición del sitio web Change.org para exigir la clausura del zoológico, denuncian maltrato de animales e incumplimiento de leyes sobre acceso a especies salvajes.
Defensores del medio ambiente dicen que este zoológico es un peligro para los visitantes y para los animales. BBC Mundo visitó el Zoo de Luján para comprobar por qué genera tanta controversia.