El papa Francisco llamó hoy por teléfono a Benedicto XVI para felicitarle en su 86 cumpleaños, a la vez que dedicó la misa de esta jornada al papa emérito, informó el Vaticano.
“Hoy es el cumpleaños de Benedicto XVI. Ofrezcamos la misa de hoy por él, para que el Señor este con él, le conforte y le dé mucho consuelo”, afirmó Francisco al inicio de la misa que ofició, como todas las mañanas, en la capilla de la residencia de Santa Marta, del Vaticano, donde se aloja, y a la que asistieron el cardenal Giuseppe Bertello, presidente de la Gobernación del Vaticano y el patriarca latino de Jerusalén, Fuad Twal, entre otros.
Durante la mañana, el papa Francisco llamó por teléfono al papa emérito Ratzinger a la residencia de Castel Gandolfo, para felicitarle personalmente.
CELEBRACIÓN ÍNTIMA
“Oculto para el mundo”, como él mismo dijo cuando anunció su renuncia, Benedicto XVI festejó hoy su 86 cumpleaños en la intimidad y de manera “familiar”, según precisó el Vaticano, acompañado de su hermano Georg; su secretario Georg Ganswein (que es también Prefecto de la Casa Pontificia) y las cuatro laicas consagradas de la comunidad “Memores Domini” que le cuidan.
La jornada fue, según fuentes vaticanas, tranquila, en la misma línea que la de otros días, repartida entre momentos de plegarias, de lectura, música, acompañado de su hermano Georg, el único miembro directo de su familia que aún vive y que siempre se ha preocupado del “pequeño de la familia”, el papa emérito, cuya salud siempre le ha preocupado.
En esta jornada llegaron a Castel Gandolfo felicitaciones de todas las partes de mundo.
Benedicto XVI está bien de salud, no tiene ningún problema específico, solo con los achaques típicos de la edad, según precisó el portavoz vaticano, Federico Lombardi, que salió al paso de las informaciones que aseguraban que está enfermo.
Si no hubiera renunciado al papado el 28 de febrero, Joseph Ratzinger celebraría el próximo día 19 de abril el octavo aniversario de su elección como sucesor del apóstol Pedro en el cónclave celebrado en 2005 tras la muerte de Juan Pablo II.
UNA VIDA DEDICADA A LA IGLESIA
Joseph Aloysius Ratzinger, nombre de pila de Benedicto XVI, nació en Marktl am Inn (Baviera, Alemania), el 16 de abril de 1927.
Ordenado sacerdote el 29 de junio de 1951, fue profesor de Teología en las universidades de Bonn (1959-1963), Munster (1963-1966) y Tubinga (1966-1969) y de Dogmática e Historia del Dogma en la de Ratisbona, en la que de 1969 a 1977 fue vicerrector. Participó en el Concilio Vaticano II
El 24 de marzo de 1977 fue nombrado por Pablo VI arzobispo de Múnich y el 27 de junio de ese mismo año fue creado cardenal.
A finales de 1981 fue nombrado por Juan Pablo II prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la encargada de mantener la ortodoxia de la fe católica, cargo que mantuvo hasta el fallecimiento de Wojtyla en 2005.
Decano del colegio cardenalicio, le correspondió oficiar el funeral de Juan Pablo II y la misa “pro eligendo Pontífice” previa al cónclave para elegir al sucesor del papa polaco.
El 19 de abril de 2005 fue elegido sucesor de Pedro en el segundo día de cónclave y al cuarto escrutinio.
Benedicto XVI se presentó ante los católicos como un “humilde trabajador de la viña del Señor” y marcó como objetivos de su pontificado proseguir el trabajo trazado en el Concilio Vaticano II, promover la unidad de los cristianos y trabajar por la paz en el mundo.
El 28 de febrero de 2013 renunció al pontificado, debido -dijo- a su avanzada edad y porque le faltaban las fuerzas para ejercer el ministerio petrino con las energías físicas necesarias.
EFE