Los problemas de Emapa Huaral no son sólo de carácter administrativo empresarial, que ocasionan que dicha empresa sea un caos en cuanto a su manejo gerencial y de sus recursos.
Lo peor de esta crisis es el evidente y visible servicio deficiente que viene brindando a los usuarios huaralinos. Todos los días la gente de diferentes sectores de la ciudad se queja por la carencia del vital elemento, por el que pagan cumplidamente y como si fuera poco, las tuberías rotas producen filtraciones, aniegos, hundimiento y destrucción de pistas, como viene ocurriendo en las calles: Los Ángeles, en la Av. El Palmo, en la Huaquilla y en la Victoria Baja.
Triste realidad que nadie sabe y a nadie se puede preguntar sobre cuándo irá a terminar.