Una serie de acontecimientos, tanto de orden económico como educativo, han empezado a desencadenarse en la Provincia de Huaral, tomando desprevenidos tanto a la población como a sus autoridades. En los últimos 5 años una serie de inversionistas empezaron a llegar a estas tierras no en el plan de turistas, sino como una primera avanzada de lo que posteriormente seria el establecimiento de nuevas Instituciones
Financieras, llámense Bancos o Cajas Municipales, al mismo tiempo que empresas comercializadoras de insumos empezaron a buscar locales estratégicos donde establecerse y los campos agrícolas empezaron a cambiar de propietarios con una rapidez inusitada. A pesar de todos estos «síntomas», que demostraban de que algo fuera de lo normal estaba por suceder o que ya estaba sucediendo, nuestros ojos desacostumbrados a esta clase de eventos fueron incapaces de percibir este fenómeno; mucho mas, cuando nuestros «pensadores» locales solo están enfrascados, en estos momentos y al parecer por un tiempo más, en la medianía de discusiones intrascendentes, pero, eso si, bien acompañadas por las ambiciones de una «clase» política local, que se entretiene y hasta podríamos decir hasta se extasía, en sus quehaceres de recambios forzados de autoridades a través de la revocatoria, y solo disfrutan cuando ven llenarse los planillones que acunan las firmas de quienes, supuestamente, desean la salida del Alcalde y un Regidor, tanto como ellos.
Mientras tanto, tomamos conocimiento de que empresas mineras se han establecido en nuestra serranía y están próximas a iniciar sus labores de explotación, no se sabe si habrán presentado sus respectivos estudios de impacto ambiental, ni si han cumplido con todos los requisitos que exigen las denuncias mineras, para no afectar la propiedad de nuestras comunidades, entre otros.
El sector agrícola sufre la recomposición de la pertenencia de las tierras en el intento de acumularlas en pocas manos, sean estas empresas privadas o personas naturales, bajo el concepto, no totalmente probado, de que solo de esa manera se puede ser competitivo y afrontar con éxito el reto del Tratado de Libre Comercio con los EE.UU. de Norteamérica. Por otro lado la siembra de cemento en nuestros campos agrícolas se intensifica día a día, retirándolas de la producción de alimentos, en un país, como el nuestro, donde la desnutrición es preocupante y cuando las informaciones llegadas del exterior dan a conocer que éstos dejaran de tener precios bajos y que la hambruna nuevamente amenaza al mundo, el alza desmesurada y especulativa del petróleo la principal causante.
En forma extraoficial también se conoce el hallazgo de oro negro en nuestras costas, próximamente se podría tener su confirmación. En lo cultural y educativo la posibilidad de que la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la más antigua de América, siente sus reales en nuestras tierras provinciales es casi una realidad, al menos, así lo demuestran las negociaciones por la compra de más de 2 400 hectáreas a la Comunidad Lomera de Huaral, y donde hasta fecha no se han presentado mayores inconvenientes. Se conoce que otras Instituciones Universitarias, tienen las mismas intenciones, Lima no da para más y los terrenos nuestros son los más baratos a comparación de los que se encuentran a sur de la Capital Peruana.
Podríamos abundar con mayores informaciones, pero el espacio nos quedó corto, pero además creemos, que por ahora, puede servir para entender que tenemos tareas mas importantes, por lo tanto necesarias, que cumplir, entre ellas prepararnos rápidamente y concienzudamente, para que el futuro no nos sorprenda y sean otros lo que disfruten de nuestros recursos que siempre los hemos tenido pero que por su abundancia nunca los tomamos en cuenta. Empecemos a trabajar ahora para que el futuro no nos arrolle.
Columnista : Lucho Guerrero.