La comunidad de Lumbra (Huaral) y Quipullín (Aucallama) enfrenta una crítica situación debido al estado del puente colgante «Quipullín», su única vía de conexión. Construido hace décadas, esta estructura de 40 metros de longitud presenta maderas viejas y rotas, representando un grave peligro para quienes lo cruzan a diario, incluyendo niños, adultos mayores y agricultores que transportan sus productos.
El dirigente del Centro Poblado Lumbra, Jerónimo Rojas, ha alertado sobre el inminente colapso del puente y ha iniciado gestiones para que sea incluido en el presupuesto participativo provincial, con el fin de obtener financiamiento para su renovación. Asimismo, se ha elevado un expediente técnico al Gobierno Regional de Lima, a la espera de una respuesta.
Sin embargo, ante la falta de atención de las autoridades, los pobladores han anunciado posibles protestas para exigir una solución inmediata. La comunidad demanda la construcción de un puente de concreto, que garantice seguridad y facilite el desarrollo económico y social de la zona.
Las familias de Lumbra y Quipullín esperan una pronta respuesta, antes de que ocurra una tragedia.
