Chicho, conocido como el ‘Niño de los Temblores’, es un ‘santo’ que surgió tras el terremoto del 15 de agosto del 2007, el cual se produjo en Ica y acabó con la vida de más de 600 peruanos. El menor falleció durante el sismo de gran magnitud y en la actualidad, muchas personas lo consideran como un símbolo religioso por sus milagros.
¿QUIÉN ERA CHICHO?
José Tipacti más conocido como «Chicho» el niño de los temblores, hoy cumple 23 años de edad. Desde todas las partes del Perú han llegado personas a dejarle un recuerdo y un presente, ya que lo consideran un ser milagroso.
“Chicho” nació en Ica el 20 de julio de 1998.
Cursaba el cuarto año de primaria cuando lo sorprendió la muerte: fue aplastado durante el terremoto del 15 de agosto de 2007. Era el menor de cuatro hermanos, hoy en día, todos mayores de edad.
ÉL era un niño de diez años. Su pasatiempo preferido era jugar a las canicas y por eso siempre llevaba unas con él. También se divertía jugando media hora en una cabina de Internet, a solo dos cuadras de su casa.
Un mototaxista que era familiar del dueño del local donde se encontraba el niño, comentó que todos se mantuvieron juntos al primer movimiento. Cuando pensaron que la tierra dejaría de vibrar, una réplica los hizo entrar en desesperación. Junto a los demás, José huyó hacia su casa. Fue en ese momento en que una pared cayó sobre él.
‘Chicho’, como lo llamaban familiares y amigos, fue encontrado sin vida mientras un medio local entrevistaba a su madre, la enfermera Edith Peñavásquez.
Después de encontrar el cuerpo inerte del último de sus tres hijos bajo los escombros, se echó a llorar, pero aún así intentó revivirlo en una camilla desde su casa. No perdía las esperanzas.
NACE LA FE HACIA CHICHO
Un vecino de la calle Ayacucho le sugirió poner un cruz en el lugar donde ‘Chicho’ había fallecido. La señora lo hizo así. Al pasar dos meses y medio, Edith encontró a una anciana rezando y dejando flores a la tumba de su hijo.
Le preguntó si lo conoció en vida pero no fue así. La mujer le contó que regresaba triste a su casa porque un técnico de electrodomésticos no pudo arreglar su radio y le recomendó comprar una nueva.
Al pasar por la tumba del niño, le pidió que le haga compañía, ya que sin su equipo de sonido, sus días serían más solitarios. La anciana asegura que esa misma noche, el artefacto se encendió solo y al día siguiente también. Así que confirmó que ‘Chicho’ había intervenido.
Tiempo después, más personas se acercaban a la tumba de ‘El Niño del Terremoto’. Una de ellas fue la madre de una niña con leucemia.
El médico le había dicho que debido al cáncer terminal, le quedaba aproximadamente tres meses de vida. La mujer acudió a la mamá de ‘Chicho’ y le pidió una foto suya para que acompañe a su hija y la salve.
Edith solo encontró una gorra suya y se la dio. Once años después, Anita es fiel devota de ‘Chicho y le agradece el haberle salvado la vida.
Los padres de ‘Chicho’ asisten siempre al cementerio a visitar a su tumba para su cumpleaños y el día que falleció su hijo. Llevan pocas flores porque siempre está llena hasta el extremo de ocultar su foto.
Es común toparse con una estampa de ‘Chicho’ en los taxis y mercados de la zona. La gente le agradece los milagros y el haberles devuelto la fe.
Cada vez hay más seguidores de ‘Chicho’, solo hace falta ver el interior del templo de madera, casi no hay espacio para colocar más fotografías de familiares de devotos que llegan con la esperanza de que el niño que está cerca de Dios los ayude.