Luego de finalizar un concierto en el Antel Arena de Montevideo, el reconocido cantautor José Luis Perales, dio por terminada su carrera en los escenarios y se retiró para siempre, tras interpretar: Me iré calladamente.
Recibió una ovación de más de cinco minutos, caminó despacito con las manos en los bolsillos, dirigió una última mirada al público y se marchó. Luego rompió a llorar.
Durante 2 horas hizo un repaso de sus canciones imprescindibles: Un velero llamado libertad, Celos de mi guitarra, Me llamas y otras, en un clima de sentido agradecimiento por parte de su entregado público.
Consciente de tanto cariño, el cantautor les dijo desde el escenario, que eran una gente bastante especial, bastante generosa y que por eso, había elegido Montevideo para su adiós a los escenarios.