El periodo más largo en UCI ha sido, hasta el momento, el del párroco Luis Muñoz del Prado, quien permaneció 37 días en cuidados intensivos y otro periodo, de 17 días más, de fisioterapia respiratoria. Desde que fue dado de alta, las terapias del padre de la Iglesia San Gabriel Arcángel son realizadas por video llamada o presenciales. Consisten en fortalecer el musculo por medio de ejercicios de sensibilidad del pie, estiramientos con cintas, fuerza física con el propio cuerpo, así como, respirar correctamente con el diafragma.
“Cuando comenzamos hace dos meses había disminución de tonicidad muscular en un 60%, pero ahora está bastante bien y su recuperación respiratoria avanza un 90%. Incluso ha bajado 30 kilos y ya camina”, menciona Rosa Moreno, enfermera del Rebagliati. Además, cuenta con un nutricionista para una alimentación adecuada. “Estoy muy agradecido a Dios y a los médicos porque hasta el día de hoy las enfermeras vienen a hacerme terapia de rehabilitación y a curarme las heridas como las escaras”, dice.
Pero no todos los pacientes reciben la misma terapia, que depende de la condición consciente y física. La vida después del COVID. Los enfermos de coronavirus que pasan por el trance de sobrevivir a las unidades de cuidados intensivos (UCI) continuarán, en muchos casos con terapias que los ayuden a respirar y caminar de nuevo. “Lo que pasa con esta enfermedad es que van a quedar con los músculos débiles y lo que va hacer el fisiatra es fortificar la musculatura esquelética y respiratoria”, señala el neumólogo Óscar Gayoso. De hecho, no se descarta que un número de sobrevivientes requieran de trasplantes de pulmón, como ya ha ocurrido en algunos casos en China y Estados Unidos.
Los pasos previos a la recuperación son el control de la función pulmonar y cardíaca y en segundo lugar la función hepática y renal. El control de las posibles comorbilidades se suma a los desafíos. Abandonar la unidad de cuidados intensivos (UCI) es el primer paso, para seguir con la recuperación de pacientes luego de un periodo crítico por coronavirus. Las estadías en UCI pueden durar entre dos y tres semanas.
La doctora Nives Santayana Calizaya, jefe del departamento de medicina física y rehabilitación del Hospital Edgardo Rebagliati, explica que en realidad los pacientes reciben la terapia desde que ingresan a emergencia. Luego continúa en UCI y hospitalización, donde se trabaja la fisioterapia respiratoria temprana. “El proceso del reposo prolongado que tiene el paciente en una sola posición va hacer que los músculos se adelgacen y que presente marcada debilidad”. Remarca que el objetivo es que el paciente sea independiente cuando sea dado de alta. “Para que sea capaz de movilizarse tenemos que fortalecer su musculatura por medio de terapia física y que cuando vaya a casa sepa, por ejemplo, cómo pasar de la cama a la silla de ruedas y luego al sillón”, explica. Es importante que el paciente haga conciencia de las posturas adecuadas que debe realizar por cada actividad.
“Una persona de 80 años no va hacer el mismo esfuerzo que una persona de 40”, razona Luis Arriache Olabarrieta, fisioterapeuta respiratorio de la Clínica del Inca. “Eso va a depender de la tolerancia del paciente que ha estado postrado cierto tiempo, que se siente débil, deprimido y una sumatoria de cosas que primero debemos evaluar para saber que puede hacer y que no, qué ejercicio tolera cuando le falta la respiración y cuando no”.
Arriache, también cuenta que cuando un paciente es dado de alta va necesitar adaptarse al nuevo sistema de respirar con el diafragma y es necesario aprender a utilizar los músculos que envuelven la capa torácica como los pectorales, intercostales y serratos; enseñando al paciente. “El paciente coloca su mano en el pecho y el otro en el abdomen. Inhalas durante tres segundos y lo botas en tres segundos, inflando de aire el estómago. De esa manera trabajas y educas el diafragma sin mover el pecho. Hay miles de casos donde les cuesta hacer ese simple movimiento a las personas porque el diafragma es el musculo principal de la respiración”.
Una persona puede hacer 12 repeticiones de 4 series diarias, sumado a otros ejercicios. Para los deportistas de competencia, la recuperación por la COVID-19 va a depender del diagnóstico de su estado muscular, nutricional y peso, entre otros. “Es determinante el sistema inmune del deportista y cómo se comporte cada uno, pero una cosa en común que todos los enfermos tienen es fiebre, dolor de cabeza y pérdida de masa muscular en un 30% o 40%, porque el paciente pasa semanas sin alimentarse bien ni hacer deporte. No es fácil este proceso”, añade el médico deportista Julio Grados. Generalmente, el deportista tiene un buen sistema inmune y no tendría mayor problema posterior en su salud. “Creo que el problema es que al deportista le va a tomar un tiempo recuperarse rápidamente desde el punto de vista físico, aeróbico, anaeróbico y muscular”, comenta Grados. 
Caretas
