La técnico 3ro. de la Marina de Guerra del Perú, Susan Blanco Beingolea, escribió una emotiva publicación en sus redes sociales, narrando porqué se presentó voluntariamente a contribuir con las labores que viene desarrollando el personal naval en la lucha contra el nuevo coronavirus (Covid-19).
Las Fuerzas Armadas (FF. AA.) y la Policía Nacional del Perú (PNP) patrullan las calles del país a diario para hacer cumplir las disposiciones dadas por el Gobierno en el marco del estado de emergencia nacional y el aislamiento social obligatorio.
«Cómo no voy a dar la vida por mi patria hermosa y por mi amada Marina de Guerra!!!», publicó Blanco en su cuenta personal de Facebook.
«Si mi gloriosa Marina, me abrió los brazos, y me recibió en primera, siendo yo una adolescente del distrito de Independencia, del barrio El Ermitaño, que vendía raspadillas y a las justas tenia para comer», continuó muy emocionada.
Sueños
Blanco Beingolea recordó que la Marina de Guerra del Perú le brindó muchos sueños y esperanzas de vivir mediante la educación y la disciplina.
«Me llevó a conocer muchos lugares de mi Perú hermoso, haciendo que lo amara más. Me sentó al lado de autoridades muy importantes, que jamás pensé conocer, de los que recibía sus aplausos en cada Parada Militar», relató, indicando que le tardaría páginas y páginas escribiendo todo lo que la institución hizo por ella.
Compromiso
«Ahora yo le digo a mi gloriosa Marina de Guerra!!! ACÁ ESTOY PRESENTE!!! sin necesidad de que me llames, porque sé que me necesitas, porque te debo no sólo una, te debo mucho; por todos estos 20 años, que me has abierto puertas, y me has dado el empujón que yo necesitaba», rememoró.
Susan Blanco indicó que probablemente no todos sus compañeros retornen con vida después de que culmine la pandemia pero citó textualmente las palabras del Comandante General de la Marina, Fernando Cerdán Ruiz, «Está dura la batalla, pero en este buque nadie se rinde».
Finalmente, se despidió desde la fragata misilera BAP «Aguirre».
Andina
