En Año Nuevo, al igual que otros países, la celebración de la India está conformada por una suntuosa cena, donde preparan manjares. A diferencia de otros países de América, donde prefieren el pavo, el pollo, el cerdo u otros animales, en una región del país asiático se prefiere la carne de la rata.
Al noreste de la India, los vecinos del pueblo de Assam visitan un mercado dominical en el que se venden ratas cocidas o crudas, tal como otros animales. El roedor generalmente está recién cazado, fresco. En ocasiones puede venderse asado, listo para ser consumido, de acuerdo al gusto del comprador. Si compran al animal con toda su piel, lo hervirán, lo despellejarán y lo cocinarán en una salsa con especias, como un adobo. Este platillo se servirá en las fiestas decembrinas, como el día especial de Año Nuevo.
Un kilo de rata cuesta 200 rupias que equivalen, aproximadamente, a 10 soles. El pollo y el cerdo tienen un precio similar, pero los habitantes de Assam, India, prefieren cocinar al roedor y servirlo en Año Nuevo.
La compra y venta de las ratas es beneficioso para los agricultores también.
Debido a que hay mucha demanda del animal por las celebraciones de fin de año, la caza de los roedores protege a los campos de arrozales que existen cerca de Bután. Además, la actividad económica sirve para que las comunidades de la zona ganen dinero en una época en la que hay una baja demanda de trabajadores en las plantaciones de té en el noreste de la India.
Para que este manjar llegue a la cena de Año Nuevo, los cazadores de la India deben colocar plantas de bambú a la salida de las madrigueras en los campos donde se siembra arroz. Además, deben trabajar de noche, para evitar que los depredadores coman a las ratas que ya están muertas y listas para venderse.
