El Congreso de la República aprobó, en primera votación, el proyecto de ley que propone la castración química para quienes incurran en el delito de violación sexual contra menores de edad.
La iniciativa (Ley 460/2016-CR), impulsada por el congresista Yonhy Lescano, señala que esta medida será aplicada a consideración de los jueces, como sanción complementaria a la cadena perpetua para quienes abusen sexualmente de menores de 14 años de edad, sanción que quedó sentada en una normativa aprobada también ayer, por amplia mayoría, en el Parlamento.
“En seis estados de Estados Unidos se aplica. Hoy hay que aprobar cosas distintas que incrementar las penas, porque aumentar penas no ha disminuido violaciones”, dijo Lescano sobre la castración química, que quedó plasmada en el texto sustitutorio del Artículo 173 del Código Penal “Violación sexual de menor de edad”.
Observaciones.
La castración química consiste en aplicar fármacos, orales o inyectables, para suprimir la producción de testosterona y, por consiguiente, la excitación sexual, de manera pasajera. El acetato de medroxiprogesterona, un anticonceptivo inyectable, puede ser usado para tales fines, según los especialistas.
“La testosterona tiene funciones en el organismo, una de ellas es dar el deseo sexual, el vigor sexual, la erección, la eyaculación, la fuerza muscular, y tiene relación con la memoria”, explicó a los medios el médico urólogo Emilio Garnique.
No obstante, para el abogado penalista Mario Amoretti la medida no es la apropiada. “Es absurda e ilógica. Si los condenas a cadena perpetua (a los violadores), para qué los castran. A quién van a violar en la cárcel”, observó.
El letrado resaltó que el Estado gastará grandes recursos, pues, estimó, el tratamiento cuesta por lo menos 100 dólares al mes. “Si multiplicamos esa cantidad, por cada mes, por cada condenado, cuánto dinero desperdiciará el Estado”, dijo.
