Cuando los vecinos de la calle Unión protestaron airadamente por la delgada capa de asfalto con que se quería cubrir dicha arteria y armaron una gran bronca contra la gestión del ex alcalde, jamás imaginaron la ingeniosa venganza que les tenía preparada por los malos ratos que le hicieron pasar.
En efecto, el alcalde aparentemente culminó la obra, y patatín patatán, todos quedaron contentos, pero hoy en día es fácil comprobar que la calle Unión es la peor calle asfaltada de Huaral y la razón salta a la vista: en todas sus esquinas hay cráteres en la pista.
Un rápido recorrido por esa vía, de este a oeste, nos descubre el inmenso agujero que tiene en el nacimiento de la calle Ánimas, luego otro en el cruce con Morales Bermúdez, sigue el agujero en el cruce con Luis Colán y la vergüenza de Huaral, el enorme forado en el cruce con 2 de Mayo, en plena puerta de ingreso a nuestra ciudad.
Hasta hoy nadie pone remedio a esta tragedia, mientras tanto el ex alcalde se frotará las manos en señal de triunfo, porque los vecinos no se salieron con la suya.
