Hoy es el Día Mundial del Sueño; una fecha establecida por la Asociación Mundial de Medicina del Sueño con el objetivo que se tome conciencia acerca de la importancia de éste, por la influencia que ejerce sobre la salud, la educación y la sociedad.
La fecha también está destinada a fomentar el conocimiento de los distintos trastornos del sueño, de los que el más frecuente es el insomnio. Según investigaciones recientes, entre un 25 y 35 % de la población adulta padece insomnio transitorio y entre un 10 y 15 %, sufre de insomnio crónico.
El lema de este año es “Cuando el sueño es reparador, la salud y la felicidad abundan”. Cabe destacar que un sueño reparador ayuda a mantener una vida saludable así como estar alertas y concentrados en nuestras actividades diarias.
Para lograr un buen dormir es necesario seguir algunos hábitos, entre ellos, establecer un horario regular para descansar y despertar, adecuar nuestra habitación, moderar el consumo de cafeína y practicar una rutina relajante.
Ningún especialista define exactamente cuántas horas se debe dormir. «La adecuada cantidad es aquella que nos permita tener un óptimo funcionamiento durante el día», aseguró el Dr. Daniel Pérez Chada, jefe de la Clínica del Sueño.
Sin embargo, ese número va en descenso. Dormimos en promedio 6 horas por día. La falta de sueño afecta nuestro desempeño y nuestra emocionalidad, pero especialmente conlleva a una serie de consecuencias físicas como inflamación subclínica, aterotrombosis, hipertensión arterial, obesidad, diabetes tipo II y III. Trastornos de ansiedad generalizada.