Una ráfaga de disparos, eso fue lo que terminó con la vida de Mauro Antonio Cumpa Herihuay, quien fue asesinado por dos sicarios mientras comía caldo de gallina en un restaurante en Santa Anita. Además de la víctima mortal, el ataque de los delincuentes dejó a dos personas heridas, una de ellas se encuentra en estado crítico.
Lo que debió ser una tranquila salida entre dos amigos, terminó en muerte. Según testigos, Cumpa Herihuay se encontraba comiendo en el restaurante ubicado en la calle Las Avellanas, junto a un acompañante, cuando dos hombres armados ingresaron al local y comenzaron a disparar.
La víctima recibió un impacto de bala en la cabeza y murió en el lugar. Mientras que su acompañante, al intentar escapar de los sicarios, recibió cinco disparos. Una de las trabajadoras del local de comida también resultó herida.
Los dos heridos fueron trasladados al hospital Hipólito Unanue. La trabajadora del lugar, identificada como Diana Cácares se encuentra recuperándose, mientras que el otro hombre quedó gravemente herido y su estado de salud es delicado.
Víctima denunció amenazas, pero PNP no le proporcionó protección
Asimismo, uno de los familiares de la víctima reveló que Cumpa Herihuay había pedido protección a la Policía, ya que era testigo en el caso que se seguía por el homicidio de un dirigente distrital.
El familiar relató que Marco Antonio fue declarar por el caso y una semana después recibió un arreglo fúnebre junto a fotos de su familia y que pese a dar aviso a la Policía de lo ocurrido no recibió protección.
Lamentablemente, Marco Antonio deja dos hijos de ocho y seis años. Según lo dicho por los familiares, la víctima trabajaba como mototaxista y era el único sustento de su familia.