Una mujer dedicada a la limpieza pública se vio envuelta en una situación de agresión mientras intentaba realizar su trabajo. Según el relato de la trabajadora municipal, que se encontraba en la calle 28 De Julio, solicitó a las vendedoras ambulantes de choclos que despejaran la zona para poder cumplir con sus labores, pero sus requerimientos no fueron atendidos.
Ante la falta de respuesta por parte de las vendedoras, la trabajadora decidió pedir ayuda a los fiscalizadores para que intervinieran. Sin embargo, en lugar de recibir apoyo, se vio sorprendida por un acto de violencia inesperado: una de las mujeres comenzó a arrojarle choclos al rostro, mientras que otra le propinó un puñetazo y la golpeó en una pierna previamente operada.
La situación se tornó aún más preocupante cuando los ocho fiscalizadores presentes no intervinieron para detener la agresión, permitiendo que la trabajadora fuera acorralada contra las barreras de fierro por las vendedoras ambulantes. Solo después de este episodio, los fiscalizadores bloquearon a las agresoras para permitir que la mujer pudiera retirarse.
La trabajadora municipal expresó su indignación por la falta de apoyo y protección por parte de las autoridades municipales, quienes justificaron su inacción argumentando que las vendedoras eran consideradas delincuentes y que la zona no era un lugar donde debiera realizar labores de limpieza.
La trabajadora municipal, manifestó que era la primera vez que limpiaba en el lugar, ya que estaba reemplazando a su compañero en su día de descanso.
Asimismo, durante el momento en que la afectada era agredida, su compañera de trabajo de limpieza ingresaba por la calle 28 De Julio y se percató de lo que estaba ocurriendo, por lo que decidió grabar los hechos a escondidas. Estas evidencias fueron presentadas como parte de la denuncia para solicitar una intervención inmediata.
La trabajadora también señaló que las rejas que deberían colocarse para evitar que los vendedores ambulantes ocupen las calles están ubicadas en las veredas, lo que dificulta el paso a los peatones. Ante esta situación, cuestionó el trabajo de fiscalización y se preguntó cuál es el uso adecuado que se les debería dar a estas barreras de seguridad.