A pocos metros de la playa Chacra y Mar de Aucallama, viven instalados en viviendas, un grupo de ganaderos, que aprovechan los pastizales que crecen en la playa.
Ellos son los testigos presenciales del ecocidio producido por el derrame de petróleo de la empresa Repsol.
Manifiestan que por esa causa han perdido 35 cabezas de ganado, además de la insalubridad que les ha ocasionado a las vacas gestantes y con crías.
Señalan que ya ha pasado un año del ecocidio producido por dicha empresa y hasta ahora ninguna autoridad les ha brindado ni el más mínimo apoyo, sus ganados mueren a causa de alimentarse con pastizal contaminado y beber el agua de manantiales cercanos al mar.
Uno de los ganaderos manifestó: “Nuestra diferencia con los pescadores es que nosotros vivimos, comemos y respiramos muy cerca de la playa. Ellos vienen, pescan y se van. Somos los principales afectados, pero Repsol no nos considera y no nos hacen caso”.