A la gran mayoría nos ha pasado ese momento incómodo en el que suena el celular, contestamos y nadie responde del otro lado de la línea; pero no sólo es eso, después de un silencio incómodo, terminan la llamada.
Es un momento que puede ocurrir a cualquier hora del día (mañana, tarde, noche e, incluso, madrugada), el cual termina por molestar, desconcentrar y ponernos de mal humor.
¿A qué se deben las llamadas fantasmas?
Se han preguntado: ¿a qué se deben estas acciones conocidas como “llamadas fantasma”, y quiénes las realizan?
El considerado “spam telefónico” se repite casi diario, por lo que muchas de las personas afectadas han optado por buscar herramientas para dar una solución. Muchos descargan aplicaciones para bloquear números o añadirlos en una “lista negra” para que no los vuelvan a contactar.
Y es que, las conexiones se realizan por medio de los call center o centros de atención telefónica. El personal que trabaja en estos sitios ofrece servicios de contacto a favor de empresas privadas, como bancos o seguros de salud, entre otros.
Sistema automático
En este tipo de lugares, los empleados cuentan con un sistema automático que selecciona al azar los números a los que tiene que llamar para ofrecer servicios, productos o realizar encuestas.
Cuando el sistema elige el número, el personal puede hablar con los usuarios. Sin embargo, cuando las personas no se encuentran en turno o en su lugar, y no hay nadie que hable, es el momento en el que se genera el incómodo silencio, que termina por colgar la llamada sin recibir ninguna respuesta después de que contestamos.
La mejor solución que pueden hacer los usuarios es reportar los números o bloquearlos. Además, hay quienes descargan una app que es capaz de detectar las “llamadas fantasma”, que las envía al desvió del celular y evita que se vuelvan a contactar.
Estafas
Mientras tanto, las llamadas de las cárceles, que se usan para estafar, también son al azar; en ellas, los reos se hacen pasar por un familiar.
Empiezan con un “Hola, papá”, “Hola, hermana”, “Hola, mamá”, dependiendo de la voz del interlocutor. Con mentiras, obtienen el nombre de algún familiar y con la información piden dinero asegurando que fueron secuestrados.
En otra modalidad, los delincuentes llaman a un individuo para decirle que ganó un automóvil, casa o dinero, pero que deben pagar un porcentaje como impuesto, con la finalidad de estafar a la persona.
