Las imágenes captadas por personas que estaban en la Plaza de Armas, la noche del sábado 14, son elocuentes respecto a un grupo de ciudadanos extranjeros que se encontraban libando licor, a vista y paciencia de los transeúntes.
La preocupación es la total ausencia de una autoridad policial que no se acercó a impedir y finalizar tal acción, que no está permitida en dicho recinto, pues constituye una falta de respeto por las personas y las buenas costumbres.