La Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció este miércoles el avance de los países ricos hacia la tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19 y aseguró que los datos no demuestran la necesidad de administrar una dosis de refuerzo ahora.
«Pensamos claramente que los datos actuales no indican que las dosis de refuerzo sean necesarias», declaró la científica jefe de la OMS, Soumya Swaminathan, en rueda de prensa.
La responsable explicó que hay que «esperar que la ciencia diga cuándo se necesitan los refuerzos, para qué grupos de personas y para qué vacunas».
Desde un punto de vista «moral y ético», la científica criticó que los países ricos administren la tercera dosis «cuando el resto del mundo espera su primera inyección».
Estados Unidos anunció, poco después de sus declaraciones, una campaña de refuerzo de las vacunas de Pfizer y Moderna a finales de septiembre ante la inquietud de las autoridades por un descenso de la protección inmunitaria.
El regulador estadounidense de medicamentos (FDA) debe dar no obstante primero su visto bueno a esta dosis adicional.
Israel ya inició una campaña similar para los ancianos, pese al llamado de la OMS a una moratoria.
Inyectar una tercera dosis ahora es como «repartir chalecos salvavidas adicionales a quienes ya tienen uno», aseguró este miércoles el director de emergencias de la OMS, Mike Ryan, en la rueda de prensa.
El director general de la organización de la ONU, Tedros Adhanom Ghebreyesus, llamó a los dirigentes a mirar más allá de «estrechos objetivos nacionalistas».
«En este contexto, me sorprendieron las informaciones según las cuales las vacunas de J&J fabricadas y envasadas en Sudáfrica abandonan el continente y van a Europa», agregó, urgiendo al laboratorio a privilegiar África.
Con información de AFP