El sismo que sacudió Arequipa la noche del pasado domingo 14, que ocasionó la muerte de cinco personas, el colapso de cientos de viviendas y miles de damnificados, se produjo en la víspera del noveno aniversario del terremoto de Pisco del año 2007. Este evento natural tuvo consecuencias más graves: casi 600 muertos, más de 2200 heridos y unas 76,000 viviendas destruidas.
La cercanía de fechas de ambos movimientos sirve para recordar la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra el territorio nacional ante este tipo de fenómenos.
Silencio sísmico. El Escenario de Sismo y Tsunami en el Borde Occidental de la Región Central del Perú, publicado por el Instituto Geofísico del Perú (IGP) en 2014, advierte sobre las lagunas o silencios sísmicos que vienen acumulando energía, frente a Lima, en un espacio que abarca desde Pisco hasta Chimbote, desde el año 1746; y en el sur desde 1868.
Ya a inicios de año, el IGP advirtió que la energía acumulada en este tiempo provocaría un sismo de magnitud mayor a 8 en la escala de Richter, ocasionando consecuencias catastróficas en estas zonas.
Según el Mapa de Vulnerabilidad Física del Perú, del Ministerio del Ambiente, tres tipos de sismos se registran a lo largo del territorio. Aquellos con foco superficial se asocian con el contacto de placas tectónicas y se ubican a profundidades menores de 60 kilómetros. Estos se presentan con mayor frecuencia en la zona central y sur del país.
Los sismos con foco intermedio tienen un rango de profundidad entre 60 y 350 kilómetros y se aprecian en la región sur del país.
Por último, los sismos de foco profundo, con profundidades mayores a los 350 km, se localizan en la región central y sur de la Amazonía, además de las cercanías a los límites de Perú, Brasil y Bolivia. Estos últimos se producen por el movimiento en las 17 fallas geológicas. (Ver infografía)
TSUNAMIS. En el documento se señala que los sismos de gran magnitud con hipocentro en el mar pueden originar tsunamis y tienen mayor incidencia en el puerto del Callao y la zona sur del Perú. Sin embargo, a nivel nacional se identifican al menos 61 centros poblados en las regiones costeras con mayor vulnerabilidad ante estos eventos.
A la vulnerabilidad natural del territorio nacional se suma la inadecuada planificación urbana. La población que migra a las ciudades ocupa áreas de alto riesgo ante la ocurrencia de estos eventos.
Existen 7762 centros poblados localizados sobre territorios en condiciones naturales de muy alta susceptibilidad a la degradación natural y que son afectados a peligros múltiples, como sismos, tsunamis, entre otros.
Entre las recomendaciones de prevención que brinda el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) para responder a estos eventos, se pide revisar las instalaciones de gas, agua y cisterna eléctrico. Mantener libres los obstáculos, pasillos y puertas, establecer un plan de emergencia y evacuación. También preparar una mochila de emergencias, que varía de acuerdo con la zona en la que suceda la emergencia.
