Años atrás, se viajaba a los pueblos o las comunidades andinas de Huaral en unos vehículos que hoy han desaparecido, pero que perduran en el recuerdo de la gente mayor, con una imborrable trascendencia.
Los viajeros de aquella época hacían el viaje saliendo a las 8 u 9 de la mañana de Huaral, para llegar a los pueblos en horas de la tarde, ya casi muy cerca de terminar el día, siempre y cuando no ocurriera algún contratiempo.
El viaje tardaba mucho, en comparación a los de hoy, pero el vehículo se convertía en un auditorio de conversaciones y debates de toda índole, entre los viajeros. Se trataban temas personales, familiares, noticias del país, del mundo y la problemática comunal.
A veces coincidían personas que no se veían hace tiempo y recordaban pasajes de su infancia o anécdotas de su niñez; otras veces coincidían personas enemistadas por algún motivo y era la ocasión precisa para hacer las pases y volver a ser buenos vecinos y amigos.
Los viajes eran una fuente de información de los problemas comunales y a la vez foros de debate y solución de los mismos. ¡Cuánto se extrañan esas viejas góndolas!. El desarrollo tecnológico trajo vehículos más rápidos y modernos que nos quitaron el lado humano y social de aquellos.
Datos: Moises Retuerto
