Alvaro Salinas es un joven discapacitado natural de Peralvillo, que además tiene a su señor padre postrado en cama, enfermo de la próstata y víctima de la diabetes. Por otro lado su señora madre es una mujer de edad que sufre de la columna y no puede trabajar.
Él está limitado de la visión y prácticamente no ve, por esta razón acudió a la Municipalidad de Chancay a tratar de comunicarse con el alcalde Juanelo para solicitarle un trabajo que le permita superar la dura realidad que le ha tocado vivir.
No fue escuchado ni recibido por el alcalde. “Su gente siempre lo negaba. Decían que no estaba o estaba ocupado y al final terminaron botándome cada vez que iba, alegando que no había trabajo para mí y que todo estaba ocupado”, expresó con pesar.
Por ese motivo, Alvaro llegó hasta Huaral, para solicitar al alcalde le otorgue un puesto de trabajo, indicando que puede dedicarse a la limpieza, la jardinería o al cuidado de áreas verdes, porque su escasa visión no le permite realizar otra actividad.
“Necesito trabajar con urgencia, porque mi familia está atravesando por una necesidad muy grande”, concluyó.
