A 5 meses del atropello y muerte de la niñita Roxana Izquierdo Choroco, de 4 años de edad, ni la policía ni el poder judicial han podido hacerle justicia en Huaral.
Ella perdió la vida en las inmediaciones del parque San Antonio, cuando junto a su madre fue arrollada por un anormal del volante, cuyo vehículo terminó estrellándose contra un árbol del parque. Él y sus acompañantes se dieron a la fuga sin brindar auxilio a sus víctimas.
La madre quedó gravemente herida, perdiendo un embarazo de 5 meses y quedando postrada en cama hasta el día de hoy por un grave traumatismo en la región pélvica que le impide caminar. Ella y su desconsolado esposo son cajamarquinos y tienen que hacer frente a los elevados gastos de rehabilitación, pese a su precaria condición económica.
El delincuente que originó la tragedia se dio a la fuga, junto a sus compinches y pese a haber dejado abandonado el vehículo, la policía no sabe nada de ellos hasta hoy. Se presume que estaban en estado de ebriedad y que ocasionaron la tragedia al huir de la policía luego de haber cometido una fechoría.