El papa Benedicto XVI anunció hoy que renunciará al cargo a partir del 28 de febrero debido a su «edad avanzada» y por sentir falta de fuerza para continuar en sus funciones, causando conmoción en el mundo entero.
La decisión de la máxima autoridad de la Iglesia Católica fue comunicada el latin durante el consistorio celebrado en el Vaticano para determinar las fechas en las que serán proclamados tres nuevos santos.
«Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino», dijo la carta leída por el Papa de 85 años.
Mi cargo «debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando», acotó.
«Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado», añadió.
La misiva prosiguió: «Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice».
El papa fue elegido el 19 de abril de 2005 en reemplazo de Juan Pablo II.
Andina