El abogado Carlos Almerì que me hace recordar a la nueva oleada de profesores universitarios que se botan solos, tal vez no sabe a quién está defendiendo o simplemente por lo que cobra no le importa saber quién es, pero le damos ciertos alcances, no minuciosos porque todo el mundo sabe lo que ocurrió en el periodo más nefasto de nuestra municipalidad.
En realidad existe un rosario de denuncias que en su momento se hicieron pero que además utilizando una buena estrategia de amiguismo con autoridades del Ministerio Público y jueces dudosos muchas de las denuncias prescribieron declarándose el sobre seguimiento de las mismas donde existía acusaciones serias sobre mal presunta malversación de fondos, peculado, obras fantasmas, abuso de autoridad, actuación ilícita para delinquir y muchas más, pero tal vez existe una emblemática donde se puso de manifiesto una intentona de quitarle al propio pueblo sus terrenos apelando para ello a su poder y su condición de Alcalde como el caso de la asociación de vivienda Nuevo Palpa donde los pobladores de ese poblado solicitaron a Uribe Ochoa su ayuda para lograr que las tierras eriazas aledañas a Palpa se convirtiesen en urbanas a fin de lotizarlas en favor de ellos ante la falta de vecindad, de esa manera le alcanzaron el proyecto, así como los planos y luego lo llevaron hasta el mismo lugar, efectivamente eran tierras eriazas pero en medio de una llanura nada despreciable pues cerca pasa el canal de regadío. En esas circunstancias es que misteriosamente se pierden los documentos y pasado el tiempo ante los reclamos aparece el expediente pero la sorpresa más ingrata para los asociados es que cuando van a ver las tierras destinadas para el proyecto se encuentran con que estas ya están siendo utilizadas con plantaciones de frutas, sin embargo lo más grave de todo es que quien estaba atrás de esta invasión de tierras era el mismísimo Uribe con su familia y dos testaferros más, los palpeños dieron fe de que todo esto ocurría con el agravante que el mismo entonces alcalde para regar esas 30 hectáreas de terreno construyó un reservorio y para llenarlo robaban el agua de un canal perteneciente a los agricultores de la zona que no conocían nada de que estaba llevándose el agua con un motor y mangueras que corrían hasta el reservorio. Todo esto fue denunciado en su momento pero las autoridades del momento nunca sentenciaron al ex alcalde, sin embargo ante la presión de los palpeños y de la prensa se vio obligado a salir de esas tierras y dejar con algunas hectáreas a los presuntos testaferros, inclusive a un con-cuñado. Esa situación lo colocó en el disparadero que le significó mucho de negativo.
Este es el personaje a quien defiende Almerì y que por eso quiere retomar el poder, para seguir haciendo de las suyas a lado de funcionarios foráneos que amarran todos los procesos de licitación, manejan los proyectos y muchas tropelías para favorecer a los proveedores de su entorno. Más adelante la historia negra continuará.
DANTE PACHECO MAGUIÑO – El Monumental