En Enfoque de los Sábados, sacerdotes y teólogos afirmaron que el mayor problema que afronta la Iglesia es el secularismo, es decir, la indiferencia hacia todo lo que implica Dios.
En el marco de la Semana Santa surge la pregunta «¿Dónde está Dios?». La respuesta es: en una vida de fe y caridad con el prójimo como Jesús lo enseñó.
El padre Carlos Rosell de Almeyda, rector del Seminario Santo Toribio de Mogrovejo, advirtió una «crisis de fe», donde el ateísmo no es el principal problema sino el secularismo, es decir, esa indiferencia hacia lo que implica Dios.
«El ateísmo consiste en decir Dios no existe, pero el secularismo lleva a una posición de indiferencia, en eliminar a Dios de la vida pública, y en vivir como si Dios no existiese», expresó en Enfoque de los Sábados de RPP Noticias.
Consideró que un ejemplo palpable es que muchos jóvenes han cambiado la Semana Santa por la «semana tranca», en la que más que una meditación reina la dispersión.
«El reto de la Iglesia es acercar a los jóvenes para que tengan una verdadero encuentro con Cristo», aseveró.
Por su parte, el sociólogo Rolando Ames reconoció la indiferencia en torno a la religión, la «descreencia» ante el realismo crudo que hace pensar que no se puede mejorar el mundo ni las conductas humanas.
No obstante, consideró que la secularización es un tiempo natural por el que está atravesando la humanidad.
«Es natural porque es un tiempo en que la humanidad va sintiendo un sentido crítico racional más fuerte, y el reto es ir descubriendo que el ejercicio de la razón no niegan a Dios, sino que hace más exigente la pregunta del misterio», opino.
A su juicio, el desafía es lograr una evangelización asociada a la cercanía al prójimo como lo hizo Jesucristo, el vivir de una forma más altruista y no solo pensando en uno mismo.
A su turno, el doctor en Teología y periodista Federico Prieto Celli advirtió la importancia de que la familia y la escuela enseñen sobre la fe y la importancia de recibir los sacramentos.
Precisamente, señaló que «el Bautismo nos permite a la fe sobrenatural a Dios», que no es lo mismo a la «fe humana», que puede asociarse al respeto y la confianza.
El padre Rosell remarcó en la importancia de la familia en la formación de fe. «Nada ganamos mejorando la educación cristiana en los colegios si en la familia se va a vivir de otra manera», anotó.
En esa línea, instó al rechazo a «destrozar» la familia e invocó a cuidar su naturaleza.
