Muchas veces vivimos nuestras vidas sin tener conocimiento de la inigualable labor que cumplen algunas instituciones y algunos seres humanos, hasta que el destino nos pone inexorablemente en su camino y la cruda realidad de un familiar enfermo nos enfrenta a la necesidad de recurrir a ellos.
Tal es el caso de la OMAPED y su jefe el señor Héctor Díaz Arboleda, de quien huaralenlinea obtuvo las siguientes declaraciones:
“Contribuimos a mejorar la calidad de vida de muchas personas con discapacidad, dándoles una luz de esperanza. La movilidad se usa para trasladarlas a diversos hospitales de Lima o Huacho. También de Aucallama u otro lugar al hospital de Huaral, para que reciban su tratamiento o rehabilitación.
Tal vez falta mayor difusión de esta labor que realiza la oficina de OMAPED. El trámite es simple: Se presenta una solicitud dirigida al alcalde de Huaral, indicando la necesidad de la movilidad, anexando la copia del DNI del beneficiario o paciente y de la persona o familiar que lo acompañará en el traslado, acreditando también la Cita, con la hora y lugar.
La solicitud es evaluada en función a la programación de los pacientes de OMAPED. Hay un orden de prioridades según los requerimientos de los propios pacientes de la institución. Si no hay cruces con el cronograma ya establecido, se programa una fecha, conversando con la familia o reprogramando con la institución que ha dado la cita.
Nuestro servicio consiste en llevar al paciente, esperar que le hagan su tratamiento y traerlo de regreso a casa, dure lo que dure el proceso, como sucedió con el joven Roger Agüero, cuyo regreso se produjo a las 2 de la madrugada.
Durante la espera también podemos apoyar o intervenir en cualquier circunstancia que el paciente lo requiera o cuando lo soliciten sus familiares.
En estos traslados yo participo personalmente, brindando el apoyo necesario y no por hacer turismo o pasear como han dicho algunos. Esto le consta a las familias a las que prestamos el servicio. A veces tenemos que madrugar para recogerlos, porque su cita es a tempranas horas y ahí estamos con mucho gusto.
Nuestra identificación con los pacientes trasciende a darles ánimos, infundirles fuerza y energía para enfrentar y vencer el mal que les aqueja. Nos duele cuando fallecen, como sucedió con los señores Llacsa, Chacpi y Borja, que llegaron a ser como nuestra familia y se nos han ido, cuando bromeábamos y reíamos con ellos.
Nuestro trabajo es un servicio a la sociedad y a la gente que nos necesita. Nuestras puertas siempre están abiertas. Cualquier inquietud vengan con toda confianza a consultarnos y les daremos el apoyo que podamos, con mucho cariño, amor y comprensión por los que sufren. Estamos frente a la Biblioteca Municipal.
Si requieren la movilidad la tendrán, previa coordinación de las fechas”.
Nuestro profundo agradecimiento a nombre de los que laboramos en huaralenlinea a Héctor Díaz y a Juan Córdova, conductor de la unidad, por el servicio prestado al joven hermano de nuestro Director, que en estos momentos soporta estoicamente una dolorosa enfermedad.
Eloy Ángeles Alegre