Series denuncias al interior del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP), en torno a adquisiciones de equipos, vehículos e implementos bajo la modalidad de compras directas, así como la falta de transparencia en lo recaudado por el concepto de la venta de pulseras, pone en tela de juicio un buen manejo por parte de directivos de esta importante institución.
Fueron los integrantes del CGBVP, Gónzalo Lostaunau y Luis Catter quienes en un programa dominical dieron a conocer sobre un falso estado de emergencia en la institución, declarado con la finalidad de realizar compras directas, exonerando el proceso de licitaciones.
“El desabastecimiento dado a conocer en los medios de comunicación por un grupo de bomberos es mentira, se mostraron a bomberos sin equipos o con implementos deteriorados. El comandante general decidía a que empresa se compraba”, denunció Lostaunau.
Asimismo, aseguró que el comandante general del CGBVP, Antonio Zavala insistió en estas compras directas, gastando 5 millones de soles en 20 ambulancias y otros 6 millones en compra de implementos y equipos de protección.
Por su parte, Luis Catter, afirmó que la falta de experiencia en la administración pública del personal de la comandancia ocasionara ineficiencia en el manejo de los 140 millones de soles que les entregara el Estado a los bomberos.
Asimismo, Catter consideró como denigrante que a los bomberos se les obligue a vender pulseras como condición para la entrega de nuevos borceguíes (botas). Sobre este temas, son también graves las denuncias que realizaron los bomberos mencionados, ya que aseguran que el dinero producto de la venta de las pulseras a nivel nacional y a un costo de 5 soles cada una, fue a parar a la cuenta bancaria de Alan Nieto Sanz, dueño de la empresa Promos Perú y también miembro del cuerpo de bomberos.
PULSERAS
“Mala señal para otras campañas”.
El presidente de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec), Crisólogo Cáceres, señaló que en el caso de las denuncias reveladas por la venta de pulseras, es importante que la ciudadanía no vea defraudadas sus expectativas de apoyar una causa, como en este caso a los bomberos. “Estos señores (los directivos) deben acreditar ante las personas cómo y en qué se utilizó ese dinero. Hay un compromiso asumido por ellos cuando públicamente pidieron el apoyo a la población”, opinó Cáceres.
Al respecto señaló que este tipo de instituciones cuentan con inspectorías y órganos de control interno que difundan los resultados de la campaña a fin de que este apoyo demandado en muchas oportunidades por instituciones no quede como una mala señal cuando se requiera de la solidaridad de la población.