El gobierno municipal de Jaime Uribe Ochoa comienza a despedirse con un escándalo más en la licitación de productos para el Programa Social del Vaso de Leche.
Los niños beneficiarios de este programa son nuevamente víctimas del afán de lucro de personas inescrupulosas que han convertido el hambre de los pobres en una veta que les proporciona pingües ganancias.
En este año, cuando se conocía como ganadora a la empresa Fouscas Trading con el precio de S/. 5.50, a un precio mucho menor a la adquirida el año anterior a la empresa Insumos del Mantaro S.R.L. a S/.7.90, costo que fue cuestionado por ser el más alto del mercado, ya que otras municipalidades, en el mismo año y mes, las habían comprado a precios menores, como en el caso de la municipalidad provincial de Yauli – La Oroya, donde los productos, con las mismas características de las adquiridas por la municipalidad de Huaral, su precio de compra fue de solo S/. 3.46, una diferencia de S/. 4.44 por kilo, que no ha sido explicada ni por la empresa proveedora ni por los funcionarios encargados.
Ahora, nuevamente, la misma empresa, es decir, Insumos del Mantaro S.R.L., después de haber impugnado la licitación por supuestos errores, ha logrado que le den la razón y, a través de una Resolución Municipal, la dan como ganadora con el precio de S/.7.50, dejando fuera de carrera a Fouscas Trading, quien había ganado en primera instancia con el costo de S/. 5.50.
Los grandes perjudicados son los niños beneficiarios que siguen siendo víctimas, en el menor de los casos, si es que no existe corrupción de por medio, de la incapacidad de los funcionarios, que no pueden alegar inexperiencia, porque algunos de ellos, como el gerente municipal Juan José Valencia Rincón, tienen un amplio recorrido en la administración pública municipal, como él mismo lo pregona, y la municipalidad además cuenta con Luis Alberto Llacza Camargo como asesor de alcaldía a tiempo completo.
¿Corrupción o incapacidad? Sea cual fuere la respuesta los perjudicados siguen siendo los niños pobres de Huaral.