El primer anfibio monógamo fue descubierto en la selva tropical de Sudámerica.
Pruebas genéticas revelaron que los machos y hembras de una de las especies de rana venenosa de Perú, la «Ranitomeya imitator», se mantienen completamente fieles.
Los más sorprendente es el descubrimiento de que un solo factor -el tamaño de las charcas en las que desovan sus renacuajos- impide que las ranas se alejen.
Eso constituye la mejor evidencia documentada hasta ahora de que la monogamia puede tener una sola causa, dicen los científicos.
Los detalles de la vida sexual de las ranas serán publicados en la revista especializada The American Naturalist.
Hábitos de rana
«Este es el primer descubrimiento de un anfibio verdaderamente monógamo», dijo el biólogo Jason Brown, quien trabajaba para la Universidad de Carolina del Este, en Greenville, Carolina del Norte.
En años recientes, Brown y sus colegas Victor Morales y Kyle Summers estudiaron muchos de los habitos de «Ranitomeya imitator», la rana venenosa imitadora.
Luego de aparear, la hembra pone sus huevos sobre la superficie de las hojas.
Luego el macho se lleva a los renacuajos que nacen, cargándolos uno por uno sobre su espalda hacia charcas que se crean en hojas de bromelia en lo alto de los árboles.
Cada uno de los bebés es puesto en su propia minúscula charquita, y entonces el macho se encarga de cuidarlos.
Cuando les da hambre, el macho llama a su pareja hembra, la cual arriba para poner huevos no fértiles en cada charca, con lo que se alimentan los renacuajos.
Este comportamiento ya era conocido por la ciencia, pero nuevos experimentos revelaron la extensión de su fidelidad.
La prueba de la fidelidad
Muchos animales parecen ser monógamos, con machos y hembras que forman parejas que pueden durar con frecuencia toda la vida.
Pero la reciente explosión de análisis genéticos muestra que muchas de estas relaciones llamadas monógamas no son tales.
Brown y sus colegas decidieron analizar más de cerca a esta especie de rana peruana, mediante muestras de ADN.
De 12 familias de ranas, en 11 hubo completa fidelidad. En la doceava, un macho apareó con dos hembras.
Estudios genéticos en otra especie de rana, como la rana venenosa variable, muy similar en colores a la imitadora, muestran que son anfibios promiscuos.
Las ranas variables, además, ponen sus huevos en charcas mucho más grandes y las hembras dejan el cuidado de los renacuajos sólo al macho.
Los investigadores encontraron que los renacuajos crecen más rápidamente en charcas más grandes, pues contienen más nutrientes, pero no podrían sobrevivir solos en charcas minúsculas.
De esa forma, las ranas venenosas variables no necesitan mantenerse unidas, pues los renacuajos pueden sobrevivir sin que las alimente su madre.
Las ranas venenosas imitadoras se ven forzadas a tomar un camino distinto.
Sus renacuajos no podrían sobrevivir sin el cuidado tanto del padre como de la madre, pues hay muy poco alimento natural en sus más pequeñas charcas.
Así que los adultos se mantiene unidos.
Los investigadores creen que si las charcas fueran más grandes, las ranas no serían fieles, pues no estarían sujetas a la necesidad de criar juntos a sus bebés.
«Estas ranas están verdaderamente dedicadas a su prole, y a su pareja», dice Brown, quien estudia ahora en la Universidad de Duke, en Durham, Carolina del Norte, EE.UU.