Mostrando total irreverencia, trabajadores agremiados a Construcción Civil que vienen laborando en la construcción del albergue de niños y ancianos en Huaral, decidieron hacer un plantón en el avance de la obra, ayer en horas de la mañana, exigiéndole iracundamente al párroco José Martínez Fernández co propietario de la obra en mención, más cupos de trabajo y evitar la reducción de personal.
Javier Murrunago representante de la empresa contratista a cargo de la obra, quien tuvo que solicitar la presencia de la policía a fin de realizar la constatación de los trabajos, sostuvo que la relación entre la contratista y obreros que pertenecen al sindicato de Construcción Civil se encuentra resquebrajada en estos últimas semanas, explicó que la ociosidad y el poco nivel técnico ha conllevado que se prescinda de los servicios de unos cuantos trabajadores que desconocen de los avances que se viene ejecutando, dijo.
Ya al notar la presencia de los efectivos de la policía y la prensa, inesperadamente paralizaron el avance de la obra exigiendo a sus reclamos el retiro inmediato de los hombres de prensa y la policía.
Se supo que en horas de la mañana los sindicalistas bañaron de agua a unos de los obreros impidiéndole efectúe el trabajo de maquinista, siendo amenazado con golpearlo.
Mientras que José Martínez párroco de la iglesia católica mostró su total rechazo y desacuerdo con tal medida, por lo que exigió al Gobierno Regional de Lima quien es co – responsable en la parte financiera en la ejecución del albergue a que se tomen medidas inmediatas.
Agregó que esta no sería la primera vez siendo reiteradas las veces en que se repite la misma escena donde exigen o reclaman caprichos propios de personas irrazonables donde muestran poca voluntad de trabajo, sostuvo.