Jaime Uribe Ochoa es un alcalde que quiere ser recordado siempre por los huaralinos, no solo por sus costosas obras, sino además por ser el único en lograr imponer un pintoresco, chabacano e irrespetuoso matiz a la fachada del edificio edil.
Pensamos que no es por un mero desentendimiento de mostrarla como una institución poco seria, si no una forma de incentivar el turismo en nuestra ciudad y pareciera que le esta dando un exitoso resultado que incluso habría tenido consenso unánime en sesión de consejo.
Las personas que absortas observan, parecen dar la razón a Uribe, que feliz del éxito, lejos a las críticas y al que dirán, persiste poniendo hasta publicidad de empresas privadas que nada tienen que ver con la municipalidad. Todo un innovador…!!!