A los 77 años de edad dejó de existir Ángel Ríos Quineche, integrante del inolvidable «Ballet Inka» de ciclismo, que tantos lauros le dio al deporte del pedal de nuestro país, allá por los años 50, cuando eran los campeones indiscutibles, de todo torneo donde participaban. Ese equipo era comandado por el arequipeño Hernán Llerena, con quien lograron coronarse como Campeones Bolivarianos en el año 1951, realizado en Venezuela. Participaron también en los Panamericanos y Sudamericano de Argentina, Uruguay y Chile.
Como integrante del Club «Cachorros», auspiciado por la firma «Garosso», logró coronarse campeón nacional indiscutible en 1950 logrando por dos años consecutivos ser considerado el mejor rutero del Perú. Retirado tempranamente del deporte competitivo, por problemas existentes en la Federación de Ciclismo, prefirió dar un paso al costado y no participar más en competencia alguna, a pesar de las invitaciones que recibía.
Los entendidos consideraban, por ese entonces, que Ángel Ríos Quineche estaba apto para lograr record y títulos mundiales, pero el prefirió dedicarse a la agricultura y la ganadería. A la edad de 25 años contrajo matrimonio con doña Miguelina Colàn González con quien procreo 3 hijos, Ángel Alberto, Gladis y Milagros. Debemos mencionar también que fue él, merced a su gran sensibilidad, quién donó los terrenos para que se construyeran la G.U.E. Andrés de los Reyes y el Mercado Mora Parra.
Hace sólo unos meses se reunieron los campeones de esa época para recordar sus tardes de gloria y para celebrar el cumpleaños de Angelito, como era conocido por sus familiares y amistades. Huaral ha perdido uno de sus principales iconos deportivos.
Por: Lucho Guerrero
