La bicolor tenía que ganar para seguir soñando con el Mundial pero se dejó voltear el partido. Ahora toca pensar en Rusia 2018.
No habrá Brasil 2014 para Perú, no habrá la emoción de cantar el himno en un mundial, ni feriados para ver jugar al equipo. Para eso había que ganarle a Venezuela de visita y no pudimos ni empatarle. Paolo Hurtado anotó un gol y parecía que esta vez la historia sería otra, pero no. Salomón Rondón, César González y Rómulo Otero devolvieron las cosas a su cauce normal. El tardío gol de Carlos Zambrano a minutos del final solo sirvió para cambiar ligeramente las estadísticas en la diferencia de goles.
Justa eliminación. Si no se clasificó fue porque no lo merecimos, porque no ganamos cuando jugamos mejor que los rivales, porque no le sacamos el jugo a la localía, porque definimos mal cuando tocaba meter goles y fuimos débiles en defensa. Esas son solo las causas superficiales detrás de las cuales se esconden males mayores, que lastiman a todo el fútbol peruano y no solo a la selección.
Mejor que no alcanzó. Un minuto de silencio para una generación de jugadores que no podrá cumplir el sueño de jugar un mundial con su selección. Hasta aquí la amargura. Sergio Markarián mejoró la campaña anterior, pero mucho menos de lo que necesitábamos. No debemos perder lo ganado, ahí está el secreto para un futuro mejor.
También viene. En la próxima fecha deben arrancar aquellos jugadores que iniciarán la siguiente Eliminatoria. André Carrillo, Raúl Ruidíaz, Cristian Benavente deben entender que de ellos dependerá clasificar a Rusia 2018, que de ellos depende no repetir la historia. Eso no lo podemos permitir nunca más.
Fuente: Depor