Hoy 30 de agosto es la fiesta de Santa Rosa de Lima, patrona de América, el Perú y las Filipinas. Sus obras y milagros han trascendido las fronteras de nuestra nación y sus devotos se multiplican en diferentes países y continentes. Una de las principales características de su vida fue el amor que desplegó por el prójimo. Ese es el rasgo más sobresaliente de una existencia llena de virtudes.
En pleno centro histórico de Lima, al inicio de la avenida Tacna, se encuentra el santuario de Santa Rosa de Lima.
Hoy 30 de agosto, miles de fieles se congregan en torno a un pozo y arrojan una serie de peticiones escritas a mano sobre papel. La gran carga milagrosa que se le atribuye a la santa peruana aumenta con los años y es el principal elemento motivador de las personas que acuden a esta morada con la secreta esperanza de que sus deseos serán cumplidos.
Ya sean enfermedades del alma o del cuerpo, penurias económicas, sueños difíciles de alcanzar o imposibles que desafían la lógica humana, nada está fuera del alcance milagroso de esta santa que en vida fue una mujer humilde, dedicada a la penitencia y a la oración. Una devoción que en nuestros tiempos sería muy difícil de igualar. Rosa tuvo una sensibilidad artística que le permitía admirar el canto de los pájaros y dedicar parte de su tiempo a la música. (Huaralenlinea.com)