Cuando un grupo de padres de familia de la Institución Educativa Jorge Bravo de Rueda Querol protestaban contra el director de dicho colegio y fueron invitados a conversar en la oficina de control interno (OCI), un vigilante de la UGEL 10 de Huaral, se tomó la atribución de impedir el ingreso de los periodistas que cubrían el tema.
Reprochable actitud, toda vez que se trata de una oficina pública y los periodistas cumplían con su labor de información.