La maniobra se realizó cuando ambos objetos tenían una velocidad de 7,8 kilómetros por segundo. Por si acaso, en vísperas del ejercicio los tripulantes hermetizaron el módulo para poder volver a la Tierra a bordo de su nave en caso de que hubiera un fallo técnico que imposibilitara el nuevo acoplamiento al Tiangong 1.
Afortunadamente, los 1.500 entrenamientos de la maniobra que habían practicado en la Tierra para prepararse les permitieron finalizar la tarea sin situaciones de emergencia. Asimismo, China se ha convertido en el tercer país del mundo -después de Rusia y EE. UU.- que realiza esta técnica espacial. Según las autoridades, el éxito de esta experiencia prueba que el país ya está preparado para llevar a la órbita no solo cargas, sino también misiones tripuladas.
China empezó su programa de exploraciones del espacio en 1956, cuando creó una institución especial que se dedicó a diseñar cohetes portadores. En 1964 el país mandó al espacio dos ratones, y en 1966 a dos perros. En 1970 colocó en la órbita el primer satélite de producción propia, Dong Fang Hong 1.
En 2003 China realizó su primer vuelo tripulado y en 2008 por primera vez un astronauta chino salió al espacio abierto. En septiembre de 2011 el país colocó en órbita el módulo de investigaciones Tiangong 1, capaz de alojar una misión tripulada durante 20 días. Está previsto que funcione hasta 2013. El módulo está equipado con dos paneles solares de una potencia de 7.000 vatios. Tiene una masa de 8,5 toneladas, 10,4 metros de largo y 17 metros de ancho. El área habitable del módulo es de 15 metros cúbicos.
Dentro de 8 años China planea poner en funcionamiento su propia Estación Espacial.
