A raíz de un conjunto de preguntas que no eran de su agrado, Javier Alvarado se mortificó con los periodistas huaralinos y como única salida utilizó el argumento de que no declaraba por tratarse de una ceremonia pública.
Sin embargo no fue ceremonia pública cuando mostró complicidad con el empresario Jorge Bartra, que en plena ceremonia de homenaje a “Chiquito” Rossel, lo lanzó como candidato presidencial al decir que lo visitó como alcalde de Lunahuaná, luego como presidente regional y que ojalá su próximo encuentro sea en el palacio de gobierno.
Alvarado no respondió sobre el reclamo que le vienen haciendo los discapacitados; sobre el atraso en resolver el problema de la poza de oxidación y sobre el himno regional.
Ahora nos explicamos por qué no se permitió el ingreso de los periodistas huaralinos al Castillo de Chancay con ocasión de la llegada de la delegación de la Unión Europea.
