Tras esos inicios, los integrantes abandonan el grupo y Gonzalo Hermosa refunda el grupo con los músicos Eddy Carpio, Antonio Canelas y Alcides Mejía. Durante más de 10 años, Los Kjarkas se van perfeccionando en la composición e interpretación de la música andina. Se presentan en La Paz por primera vez en 1975 tras ir dando tumbos en fiestas privadas; ese mismo año, representaron a su país en el festival de música folclórica de Brasil.
En el año 1976, publican en México su primer álbum, Bolivia, con el sello discográfico Heriba. En este disco figuran nueve canciones, casi todas ellas compuestas por Gonzalo Hermosa, de las que destaca Bolivia, un canto a su patria que se convirtió en un segundo himno nacional y que es canción obligada en todos sus conciertos.
También podemos encontrar en este disco canciones como: La leyenda del amor, una composición muy hermosa que narra la vida de una flor en los tiempos incaicos.
Con el éxito ya ganado, el grupo se nutre de otros dos hermanos Hermosa: Ulises y Élmer (13/11/1960), Toño Canelas, Gastón Guardia (26/5/1959), Guillermo Ponce y Édgar Villarroel (homónimo del fundador). La incorporación de Ulises Hermosa dio lugar a la composición de piezas musicales propias muy importantes en la historia de Los Kjarkas, potenciadas en gran medida con la solemne voz de Élmer Hermosa y los vientos de Gastón Guardia.
De esa manera, publican en 1977 el segundo álbum, Sueño milenario de los Andes, o como salió en esa época en 2 LPs con el nombre de «Fortaleza» lanzados entre 1977 y 1978 por la empresa discográfica SABA, con canciones de muy marcadas raíces folclóricas. El grupo se fue haciendo más popular, organizando giras no sólo por Bolivia, sino por toda Sudamérica, Europa, Estados Unidos y Japón, país donde han obtenido una fama particular.
En 1980, publican Cóndor Mallku, donde comienzan a incluir temas románticos que se alejan algo más del folclor tradicional, innovando los ritmos y temáticas. En este disco empiezan a hacerse patentes las cualidades artísticas de los hermanos Hermosa en canciones como Ella es o Pequeño amor, canciones que nos hablan de amor, con un toque filosofico y poetico en sus letras.
En 1981, se incorporan al grupo Julio Lavayen y Ramiro de la Zerda y es editado el álbum Desde el alma de mi pueblo, en el que destaca Por un sueño de amor. Así, disco a disco, Los Kjarkas van creciendo en fama y arte durante los años 80 y se convierten en el principal grupo musical de Bolivia, cuya repercusión traspasaría fronteras y mares.
En 1984, Los Kjarkas fueron invitados al XV Festival de Música Popular de Japón donde competían más de 1.800 canciones de todo el mundo para el primer premio. La composición de Ulises Hermosa Florcita azul quedó en el décimo lugar, este evento abrió a Los Kjarkas el éxito particular que tienen en la actualidad en el país del Sol naciente.
A finales de los 80, en pleno auge del grupo, un desafortunado incidente dio a Los Kjarkas una fama y repercusión mundial aún mayores. Un grupo brasileño llamado Kaoma lanzó al mercado musical una pegadiza canción titulada Lambada (canción), que se bailaba a ritmo brasileño. La canción resultó ser un plagio[1] de la composición de Ulises Hermosa Llorando se fue, editada en 1984 en ritmo de caporal, aunque la primera versión era en ritmo de huayno, por suerte esta canción estaba registrada en Alemania y por ello Kaoma tuvo que indemnizar a Los Kjarkas con una suma de dinero cuyos destinatarios nunca han querido revelar. La repentina fama lograda por el grupo hizo que el término «Saya» se confunda con «Caporal», no sólo a nivel internacional sino también en la misma Bolivia.
Otra controversia también de la canción «Llorando se fue», esta vez fue la demanda legal contra el dueto reggaetonero Wisin y Yandel, que se habría utilizado parte de este tema musical, de autoría de Los Kjarkas en la canción titulada «Pam Pam» de 2006. Con respecto al videoclip que fue filmado en Río de Janeiro (Brasil), parece que fue inspirada en el grupo Kaoma que les hizo famoso con el tema musical «Lambada»
Fuente: vicocol you tube