El pueblo de Huaral ante el azote de la delincuencia que existe en toda la provincia, viene reclamando la implementación total de la nueva División Policial de esta ciudad.
Según el regidor provincial y presidente del Comité Cívico de Apoyo a la PNP de Huaral, Eduardo Maratuech Àvia, en la actualidad vienen laborando aproximadamente 65 policías en el distrito capital de la provincia, repartidos en dos turnos, cantidad insuficiente dado el vasto territorio que deben de cubrir. Hecho que se agrava, porque, a pesar de la pequeña dotación, algunos son destinados a cumplir quehaceres administrativos y otros son derivados al control del tránsito; por lo cual, no es extraño verlos realizando “batidas” contra los choferes, limitándose solo a pedirles su documentación o ponerles la consabida papeleta si es que encuentran alguna deficiencia en el vehículo que conducen y una pequeña parte es la que debe de proporcionar “seguridad”, tanto en la zona urbana como agrícola de Huaral.
Cuatro vehículos menos
Para colmo de males, el General PNP Abel Gamarra, Jefe de la Dirección Territorial Lima Provincias, derivó hacía Huacho 04 vehículos que estaban destinados a la nueva División Policial de Huaral, con el argumento de que no habían choferes para conducirlos y hasta la fecha estos no son devueltos, a pesar de las gestiones que han venido realizando tanto el Comité Cívico de Apoyo de la PNP de Huaral, como las autoridades políticas y municipales, quienes han llegado a tener conversaciones con el Dr. Víctor López Orihuela, anterior Jefe del Gabinete de Asesores del Ministerio del Interior, como con el actual, Dr. Daniel Lozada, quienes en su oportunidad le han manifestado su interés de solucionar el problema de los vehículos policiales trasladados a Huacho, como la de terminar de implementar la logística necesaria e incrementar el personal policial como está contemplado en el proyecto de creación de la División Policial de la provincia de Huaral – Canta.
Huaral espera mayor apoyo y toma de decisiones en este aspecto, porque de lo contrario la delincuencia será un mal de nunca acabar.
La primera
