A la comunidad arqueológica y a los pobladores de Chancay.
Sobre el caso de la destrucción de la Plaza de Armas de Chancay y la participación del Arqueólogo de la Municipalidad, Lic. Héctor Walde.
El día 02 de agosto del año 2007, la Municipalidad de Chancay, realizó obras de agua y desagüe, así como una seuda «remodelación» de la plaza de armas del distrito, consistente en el retiro del empedrado histórico de la misma. El Alcalde de La Municipalidad, en el marco de una política «modernizadora», decidió que el empedrado debía ser retirado para dar paso a una hermosa capa de manto asfáltico, a pesar de una Resolución del INC (RDN 126-200/INC) que declara a la Glorieta de la Plaza de Armas como PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACIÓN, debiendo delimitarse el perímetro del ,monumento al entorno circundante de LA PLAZA DE ARMAS DE CHANCAY, diciendo la citada resolución que debía ser preservado su entorno paisajístico, así como cualquier obra alrededor del monumento debía contar con una autorización del INC. Esto, como si se tratara de cualquier monumento arqueológico declarado como Patrimonio Cultural de la Nación. Esta primera denuncia, fue realizada por el Lic. Miguel Aguilar y Manuel Perales (Exp. No. 13872 – 10 agosto 2007), producto de la cual la Dirección General de Patrimonio Histórico realizó inspecciones y una notificación de paralización de obra, la misma que la Municipalidad no acató, hasta en reiteradas cartas del INC, un informe de la Arq. Irene Campos (Informe No. 136-2007-SDCH/DPHCR/INC) informó que las obras no fueron paralizadas HASTA EL 05 de OCTUBRE del 2007. En dicho informe, de dice que: Se tiene conocimiento que en el proceso de retiro de la calzada de canto rodado de la Calle Emilio del Solar se ha encontrado material arqueológico que debe contar con el análisis y opinión de la Dirección de Arqueología del INC.
Dicho material, FUE RECOGIDO POR MI PERSONA, el día 23 de agosto, en presencia de la Policía Nacional del Perú, la Fiscalía de turno y América Noticias, quien realizó además una nota periodística. El material fue remitido al INC por la Policía para pedir una opinión técnica, constando de un grupo de fragmentos de cerámica, restos malacológicos y restos óseos, junto con el acta de hallazgo y recojo y copia del Acta Fiscal. El resultado fue que los restos FUERON DECLARADOS PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACIÓN, por pertenecer a la Cultura Chancay, junto con restos malacológicos prehispánicos y restos óseos humanos. Yo procedí al recojo no sólo de la Calle del Solar, sino además de la Calle Bolívar. Estos oficios han sido emitidos por el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia (Pueblo Libre), por parte de los especialistas del INC (Dante Cassareto, cerámica; Roxana Paucar, Restos orgánicos-malacológicos, y Patricia Maita de la Colección de Restos Humanos).
Fue luego de la denuncia de este atentado contra el Patrimonio Cultural, que el INC solicitó a la Municipalidad la realización de un proyecto de monitoreo de las obras, el cual la Municipalidad puso a concurso público, y fue el que ganó el Lic. Walde, un proyecto de 14,000 soles de presupuesto, sin necesidad de excavaciones, puesto que las zanjas ya estaban abiertas y el material cultural hallado saqueado y destruido.
AHORA SORPRENDE ESCUCHAR AL LIC. HECTOR WALDE, alegando no haber encontrado material cultural, salvo restos coloniales y republicanos utilizados como «relleno moderno de la plaza» (SIC), asumiendo que un relleno moderno (asumimos que muy tardío) presenta fragmentos mucho más antiguos (Coloniales y Republicanos)… ¿cómo llegaron ahí? y ¿cómo se desaparecieron los restos prehispánicos?
Luego nos dice el Lic. Walde en su réplica, hecha al Vicepresidente del Patronato de Defensa del Patrimonio Cultural de los Valles de Chancay y Huaral, que realizó el monitoreo con las obras paralizadas, SABIENDO QUE LA MUNICIPALIDAD NUNCA PARALIZÓ LAS OBRAS, y que el Arqueólogo de la Municipalidad sólo monitoreó un conjunto de zanjas abiertas, llenadas de relleno profesamente por parte de la Municipalidad: «Después de algunas semanas, y culminado los trabajos de evaluación arqueológica y presentado el informe final (todos autorizados y aprobados respectivamente por el INC), que se decidió levantar la paralización de las obras. Toda vez que los hallazgos de fragmentos de cerámica pertenecían en gran medida a la época colonial y republicana, y que se encontraban como parte del relleno moderno de la plaza»
O sea que el Sr. Walde, llegó al lugar, no revisó ningún documento del problema, procedió a monitorear la obra ya hecha, no revisó los antecedentes del INC, defiende al alcalde y la obra, Y ENCIMA MIENTE AL DECIR QUE NO HABÍAN RESTOS ARQUEOLÓGICOS. No es muy difícil inferir que algún contubernio se oculta. Lo que da lástima, colegas arqueólogos, es que PESE A LAS REITERADAS DENUNCIAS, AL ESFUERZO AD HONOREM DE PERSONAS PREOCUPADAS POR LA DEFENSA DEL PATRIMONIO, SEA UN PROPIO COLEGA ARQUEÓLOGO QUIEN REALICE LA DEFENSA DE LO INDEFENDIBLE.
Lástima que hayan destructores del patrimonio, como ALGUNAS MUNICIPALIDADES, y sus defensores, COMO ALGUNOS ARQUEÓLOGOS, como el Sr. Héctor Walde.
Esta denuncia será hecha llegar al INC en sus instancias correspondientes, y a la Fiscalía de Delitos contra el Patrimonio Cultural para que se realicen las investigaciones correspondientes. Qué pena que el COARPE siga siendo ilegítimo, y que algunos de sus integrantes se encuentren en situaciones parecidas. Parece que las municipalidades están de moda.
Atentamente,
Lic. Miguel Aguilar Díaz
Asistente Graduado
Departamento de Antropología
Universidad de los Andes
Carrera 1 Nº 18A – 10
Bogotá – Colombia