Si antes se había hecho famoso por la mano que metió en los cuartos de final del Mundial ante Ghana, esta vez podría pasar a la posteridad como un “vampiro”. Y es que delantero uruguayo del Ajax de Amsterdam, Luis Suárez, protagonizó un incidente durante el clásico de los Países Bajos ante el PSV.
Todo empezó cuando el volante Rasmus Lindgren, compañero de Suárez en el Ajax, salió expulsado y se originó una trifulca. En ella Suárez se acercó a Otman Bakkal, uno de sus rivales, y acabó mordiéndole el cuello, ante la atónita mirada del jugador.
Sin embargo, las imágenes de la TV muestran que todo quedó en la cancha, pues al final del encuentro se ve a Bakkal y Suárez abrazados y sonriendo.